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JUGAMOS A SER PROFESORES CON ALEJANDRO, UN FUTURO PROFESOR.
Durante el mes de octubre y noviembre, en segundo, hemos aprendido un montón de cosas sobre nuestro cuerpo.
Ahora ya sabemos que debajo de la piel de nuestro cuerpo tenemos un montón de huesos y músculos que los cubren. ¡Y todavía más adentro los órganos internos!
¿Qué son los órganos internos de nuestro cuerpo, que son los aparatos...? ¿Cómo funciona el aparato digestivo, el circulatorio? ¿Y el aparato respiratorio? ¿Para que sirven cada uno de ellos? ¿Qué piezas, máquinas o qué órganos hay en cada aparato?
Ahora comprendemos mejor nuestro cuerpo. Sabemos que está lleno de máquinas con un montón de piezas y que todas funcionan de maravilla y sin que apenas nos demos cuenta. ¡Hasta cuando dormimos las máquinas siguen funcionando. Sobretodo la más importante del aparato circulatorio, el corazón.
En clase hemos jugado en muchos momentos a ser doctores y escuchar muestro corazón con una maquina que se llama FONENDOSCOPIO, hemos puesto nuestro corazón a toda velocidad compitiendo en una carrera por el recreo y después observando lo rápido que funcionaba. Pom pom, pom pom, pom pom...¡y no se para! ¡Si se para nos morimos!
Antes de terminar estos temas y de hacer controles, Alejandro, el alumno de prácticas, vino a clase con un juego que había preparado para los equipos. Todos nos convertíamos en profesores y ese día tocaba preguntar la lección. Para ello, era necesario que cada uno de nosotros en la libreta verde de Conocimiento del Medio preparase tres preguntas sobre órganos, aparatos, su funcionamiento, nombres de huesos, de músculos, de cada sentido con su órgano...
Para que no repetirnos, nos asignó a cada equipo un tema para preguntar. Cuando ya habíamos escrito nuestras preguntas las revisábamos los cuatro miembros del equipo, sobretodo para no repetirnos, si no... ¡vaya aburrimiento! y entonces empezaba el juego. Cada equipo lanzaba una pregunta a otro miembro del equipo y si no se la sabía podían ayudarle sus compañeros, pero ya solo valía 1 punto. ¡Si el equipo no la sabía tampoco, rebotaba al equipo preguntón y al responderla correctamente el punto era para los preguntones!
Pudimos comprobar que en nuestra clase de mayores habrá un buen montón de cirujanos y médicos capaces de curar a muchísimas personas.
Al terminar la clase, Alejandro repaso la escalera de metacognición descendente en la que reflexionamos sobre qué habíamos aprendido, cómo lo habíamos aprendido, qué pasos habíamos seguido, para que nos servía, qué otras cosas podemos aprender de la misma manera.
¡Muchas gracias Alejandro, gracias Chus! ¡Aprender así es mucho más divertido!
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